Basándose en la artesanía de Blanc Carrare, Alessandra Apos y Andrea Persano aportan una visión única a la colección Noire de Lava que, del suelo a la pared, ofrece una variedad de soluciones para decorar y amueblar interiores.
Combinando economía de escala y ecología, la colección Noire de Lava tiene la particularidad de ser más accesible que otros materiales. Optimiza bloques extraídos de cantera y no valorizados. Finalmente, el espesor reducido de las baldosas permite utilizar menos materia prima, facilitar la ejecución del proyecto y aligerar la carga en el suelo o en las paredes.
Los pavimentos y revestimientos se tratan con acabados lisos y estampados, con o sin relieve. El proceso “mix & match” propuesto por Blanc Carrare ofrece una gran libertad de composición, asegurando resultados variados.
Grabados en lava: azulejos finamente grabados, uno a uno, mediante máquinas digitales y en pequeñas series.
Redes de lava: patrones simples y delicados que ofrecen una gama de decoraciones monocromáticas, mientras juegan con los efectos de luz que se traen al material.
Lava entrelazado: mezcla de técnicas, como el grabado y el polvo de arena, creando un doble efecto de materia y luz. Ideal para el suelo, estas piezas no son reparadoras.
Polvo de lava: personalizados a mano en las cabinas de arenado, estos azulejos gráficos y antideslizantes están especialmente desarrollados para los suelos de piscinas y spas.
Edición negra de lava
Dentro de la colección Noire de Lava, Blanc Carrare es un ejemplo de una línea de muebles y accesorios excepcionales y económicos. De hecho, estas piezas están hechas de recortes de roca de lava obtenidos durante el corte y las diversas etapas de transformación del material.
La línea escultórica de las mesas se inspira en el perfil de las columnas dóricas, donde los surcos se convierten en pliegues y dan la bienvenida a la luz en sus múltiples facetas. Está realzado con un delicado anillo de latón que refuerza este juego de contrastes.
Los jarrones apilables y los compartimentos de almacenamiento se presentan como una gama de elementos simples, funcionales y modulares. Un borde de oro de 24 quilates ilumina la piedra y le da una identidad real. Está hecho a mano por Pascal Meyer, dorador Meilleur Ouvrier de France, en Estrasburgo durante tres generaciones y etiquetado como Entreprise du Patrimoine Vivant (EPV).
Para obtener más información, visite el sitio de Blanc Carrare.